Gana la banca

Como a estas alturas ya sabrán, el Consejo de Ministros decretó, en su reunión del pasado viernes, la privatización definitiva del Registro Civil. Haciendo oídos sordos a las fuertes protestas que se han venido sucediendo en los últimos meses en contra de esta medida, el Gobierno de Rajoy ha dado un palmetazo en la mesa y ha decidido enviar al BOE, antes de las vacaciones de verano, un Real Decreto que, en resumidas cuentas, pone en manos privadas la vida jurídica de los españoles. Con la derecha en el gobierno, como en el juego Monopoly, al final siempre 'gana la banca' o, lo que es lo mismo, el sector privado. No es de extrañar. Con esta decisión, se pone en manos de los registradores mercantiles una enorme base de datos, la de los Registros Civiles, cuya digitalización ha costado en los últimos más años más de 128 millones de euros a todos los españoles. La decisión se ha tomado, por cierto, en un Consejo de Ministros presidido por Rajoy, registrador de la propiedad y hermano de dos registradores, y en el que participa el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, suegro, por cierto, de otra registradora. Esto sí que es barrer para casa. 

A partir de ahora, los datos personales de todos los españoles -nacimientos, matrimonios, incapacitaciones y fallecimientos, por hablar de los más básicos- quedarán en manos de un colectivo que, aunque es cierto que está integrado por funcionarios, no hay que olvidar que vive de los ingresos que generan sus empresas privadas. 

El Gobierno, además, ha tomado esta decisión de espaldas a las demandas de los funcionarios y trabajadores de los Registros Civiles, sobre los que ahora se cierne un futuro incierto. No en vano, los sindicatos han cifrado en 2.500 los funcionarios con un futuro incierto y en otros 2.500 los interinos cuyo empleo está en serio riesgo. Ya están convocados a una huelga para septiembre. 

La privatización del Registro Civil es la última vuelta de tuerca de un ministro, Ruiz-Gallardón, que, a este paso, va a dejar la Justicia española hecha un 'ecce homo'. Parece que no tuvo bastante con de la implantación de las tasas judiciales o con la reforma que quiere hacer de la Ley del Poder Judicial, que eliminará los partidos judiciales, suprimirá la figura de los jueces de paz y centralizará los juicios en las capitales de provincia. Muy lamentable.

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