El
Ministerio de Justicia, tras el anuncio del 11 de marzo de que los Registradores de la
Propiedad no iban a asumir el Registro Civil, no suelta prenda respecto al
futuro del Registro. El Ministro de Justicia afirma en el día posterior a la
ruptura de las negociaciones que su intención sigue siendo
la de quitar la gestión de ese Registro a los jueces para delegarla en otros
"funcionarios públicos", aunque "no de un único cuerpo"
sino de varios distintos, "en función de la división territorial de España".
Pasa
el tiempo, crece la incertidumbre en el colectivo, se desvela que un grupo
significativo de Registradores Mercantiles manifiestan al Ministerio de
Justicia su disposición de asumir la llevanza de los Registros Civiles sin las
contrapartidas exigidas por el Colegio al que pertenecen, los sindicatos de
funcionarios y asociaciones de Secretarios Judiciales insisten en que el
personal de la Administración de Justicia es el idóneo para seguir con la
llevanza del Registro Civil, y el Ministerio de Justicia no hace más que decir
que “la decisión todavía no está tomada”. Es decir, dicen lo mismo que en el
mes de enero, cuando con su aquiescencia altos representantes del Colegio de
Registradores y de Notarios negociaban el reparto del Registro civil, para
ellos un negocio.
Para
intentar entender qué está pasando, ante el silencio impuesto desde el
Ministerio de Justicia para que nada turbe sus oscuras negociaciones, hay que
acudir a los foros de trabajadores de Registros de la Propiedad y Mercantiles y
a las páginas web de éstos, de los que se entresacan diversos párrafos para
intentar dar una explicación lógica, si la hay, a todo lo que está sucediendo.
La clave de por qué Rajoy,
Saez de Santamaría, el Ministerio de Justicia, el Director General de los
Registros y del Notariado, y el resto del lobby “rajoyista” quieren que el
Registro Civil sea asumido por los Registradores de la Propiedad y Mercantiles
estriba, al parecer de estos foros, en la necesaria revisión de todo el sistema
registral español, de alguna forma demandado por la Unión Europea, siendo objetivo del Gobierno crear una especie
de Agencia Estatal de Registros, que incluye la implantación del registro
electrónico con un sistema informático único para todos los registros y la
consiguiente revisión de la demarcación y competencias de los registros de la
propiedad y mercantiles que incluiría a los Registros Civiles.
La revisión del Plan de demarcación de los Registros de la Propiedad y
Mercantiles fue una de las contrapartidas ofrecidas por Justicia al Colegio de
Registradores en el caso de llegar a un acuerdo y que, finalmente, sea el
colectivo quien se haga cargo de la gestión del Registro Civil. Existen
dos auténticas razones para la demarcación, arreglar la chapuza que los propios
registradores propiciaron en 2007 ampliando el número de Registros sin que haya
en la actualidad volumen suficiente de trabajo para mantener tantos Registros
de la Propiedad, y preparar y redistribuir las oficinas para asumir el registro
electrónico, la gratuidad de determinados aranceles, y la asunción del Registro
Civil. Sobre la propuesta de Registro electrónico del Ministerio
de Justicia, rechazada en la Asamblea General de Colegio en abril pasado,
señalaba en su carta del mes de febrero el decano de los Registradores, tras
anunciar la atribución del Registro civil a su colectivo, que será diseñado,
desarrollado y gestionado íntegramente por el Colegio "de acuerdo con las
pautas de seguridad proporcionadas por la DGRN y acordadas con el
Colegio".
La reforma
supuestamente sería beneficiosa para la ciudadanía, pues las inscripciones y
certificaciones serían gratis (ya lo son en la actualidad, así como los
expedientes registrales por los cuales habrá que empezar a pagar), garantizaría
el acceso electrónico a todos los registros por parte de los particulares y las
administraciones (ahora también podría ser accesible, con el programa Inforeg,
si hubiese la mínima voluntad del Ministerio de Justicia), y al mismo tiempo convertiría
a los Registradores de la Propiedad y Mercantiles en imprescindibles,
conservarían un grado de autonomía respecto del ejecutivo que les haría
todopoderosos y consolidarían su
posición en el tráfico jurídico, y por tanto sus propios beneficios, por más
que se supriman algunos aranceles y la práctica de inscripciones y
certificaciones del Registro Civil puedan seguir siendo gratuitas.
Uno
de los foros pone de esta forma de manifiesto que la asunción del Registro
Civil se ha metido por el Ministerio de Justicia en el mismo “paquete” que la
reforma de la demarcación de los Registros de la Propiedad: La modificación
del sistema de llevanza de registros que posibilita la ley de emprendedores que
fija que las agrupaciones de registradores en división personal no es sólo para
posteriores divisiones, se enmarcó en una ley lanzadera que conlleva el
registro electrónico con programa único, y la gratuidad para las
administraciones públicas. No se producirá su definición hasta que no se
configure el registro civil, y será en función de éste. Digan lo que digan, ese
registro civil va a tener como encargados a registradores de la propiedad y mercantiles,
y en función de quiénes y de qué manera vayan se reorganizará y definirá la
demarcación registral. Las actuales oficinas no son funcionales en el registro
electrónico y con internet, sencillamente se tiende a adelgazar la
administración, abaratando costes, y este trabajo no va a ser una excepción.
En marzo, justo antes del anuncio de la ruptura
de negociaciones entre el Ministerio y los Registradores de la Propiedad, una
representación de la Federación de Servicios Administrativos y Financieros de
CCOO mantienen una reunión con el Director y Subdirector General de los
Registros y del Notariado. Según manifiesta esta representación “ los responsables de la Dirección
General nos transmitieron que el procedimiento de revisión de la
demarcación sigue vivo (habiendo concluido la fase previa de recepción de
informes), y que, en principio y de manera indisoluble, forma parte de un
proyecto más amplio en el que se tiene previsto traspasar las competencias de
los Registros Civiles a los Registradores de la Propiedad y Mercantiles;
siendo opinión de esa Dirección General, que si bien es cierto que la
agrupación de registros podría dar lugar a duplicidades en determinados puestos de trabajo,
también lo es que la asunción de las funciones de los Registros Civiles supondría una
carga de trabajo adicional para el sector, que
debería neutralizar cualquier riesgo para el empleo. Según se nos explicó, el objetivo del
proyecto elaborado por la Dirección General
de los Registros y del Notariado consistiría en la mejora sustancial del servicio que actualmente se presta a
la ciudadanía, manteniendo, según así se nos
recalcó reiteradamente, el carácter público y gratuito de los Registros Civiles” .
El Ministerio de Justicia tiene claro que va a utilizar sus facultades para hacer una nueva demarcación de los registros de la propiedad y mercantiles, asignar la función del registro civil e implantar definitivamente un registro electrónico, conforme el plan del lobby rajoyista. La ruptura de las negociaciones con la Junta del Colegio de Registradores supuso un contratiempo que no nubla la firme decisión de Rajoy y sus compinches de seguir adelante con el plan.
El Ministerio de Justicia tiene claro que va a utilizar sus facultades para hacer una nueva demarcación de los registros de la propiedad y mercantiles, asignar la función del registro civil e implantar definitivamente un registro electrónico, conforme el plan del lobby rajoyista. La ruptura de las negociaciones con la Junta del Colegio de Registradores supuso un contratiempo que no nubla la firme decisión de Rajoy y sus compinches de seguir adelante con el plan.
Y en esto surge un colectivo desconocido para quienes somos
ajenos al mundillo de los Registros de la Propiedad y Mercantiles, que son los
propios Registradores Mercantiles. Mientras toda la atención y crítica al
proyecto del Gobierno se había centrado en la asunción del Registro Civil por
parte de los Registradores de la Propiedad, principalmente por ser el colectivo
al que pertenece el Sr. Presidente del Gobierno, y ante la ruptura de
negociaciones entre el Ministerio de Justicia y la Junta del Colegio de
Registradores sobre la asunción del Registro Civil, un grupo
representativo de registradores mercantiles muestran inmediatamente después de
dicha ruptura el deseo de su colectivo
de que se acepte la gestión del Registro Civil.
Es decir, el Registro Civil ya no se asumiría por los Registradores de la
Propiedad, sino por los Registradores Mercantiles, manteniendo separado el
registro civil y mercantil.
El
Ministerio de Justicia decide centrar su negociación con este grupo, pese a que
carecen de legitimidad para negociar en nombre de su colectivo y puede suponer
la ruptura del Colegio de Registradores.
Uno
de los foros, a finales de abril, pone de manifiesto la división entre los
Registradores de la Propiedad y los Mercantiles, y destaca que el Ministerio de
Justicia sobreprotege a estos últimos, posiblemente debido a que el Director
General de los Registros y del Notariado es uno de los dos Registradores
Mercantiles de Zaragoza. Se dice en el foro lo siguiente:
Los
registros de la propiedad han estado atacados en los últimos tiempos hasta el
punto de casi ahogarlos. Demarcaciones excesivas y radicalmente discriminatorias
respecto a los Registros Mercantiles pluripersonales, gratuidades, reducciones
de honorarios impuestas en instrucciones de la DG de dudoso valor jurídico,
pérdida de los recursos de honorarios, frente a los registros mercantiles que
han abusado de la sobreprotección brindada desde la DG, como la abusiva
demarcación del 2007, el estatuto del emprendedor, el código Lei, los
sobre-ingresos por depósitos y legalizaciones, los recursos de honorarios que,
a diferencia de los de la propiedad, se ganan sistemáticamente. Ante esta
realidad hay que afirmar que este cuerpo siempre se caracterizó por un fuerte
espíritu de solidaridad en el que no tenía cabida la actitud exageradamente
codiciosa que últimamente han manifestado algunos titulares de registros mercantiles
pluripersonales.
He de
insistir que ninguna persona vinculada a los registros mercantiles de las
grandes capitales debería participar en la demarcación, para evitar abusos como
los que se produjeron en el primer borrador del anteproyecto y que una
verdadera reforma demarcatoria debería tender a igualar los registros de bajos
ingresos con los de ingresos desproporcionadamente altos, que deberían ser
sometidos a un duro tratamiento demarcatorio.
Si ese equilibrio no se consigue, la llevanza del Registro Civil sería soportada de forma desigual por los registros menos favorecidos que soportarían la misma carga que los registros más boyantes. Los registros de la propiedad y mercantil único de las pequeñas capitales de provincia quedarían, en general, ahogados, en tanto que a los mercantiles pluripersonales, la llevanza del Registro Civil apenas haría mella en su alto nivel de ingresos. Por último, no hay que perder de vista que el objetivo final del grupo dirigente es llegar a una Agencia Estatal de seguridad preventiva y todos los pasos de las agrupaciones personales van en esa dirección.
No todos los Registradores Mercantiles quieren asumir el Registro civil. Hay una guerra interna total entre los Registros Mercantiles. Por una parte, los de las grandes capitales (Madrid, Barcelona, Zaragoza, etc) regidos por varios registradores, frente a los registros mercantiles pequeños unipersonales. Los registradores mercantiles de provincias de poca población entienden que si finalmente les asignan el Registro Civil, los hunden.
No todos los Registradores Mercantiles quieren asumir el Registro civil. Hay una guerra interna total entre los Registros Mercantiles. Por una parte, los de las grandes capitales (Madrid, Barcelona, Zaragoza, etc) regidos por varios registradores, frente a los registros mercantiles pequeños unipersonales. Los registradores mercantiles de provincias de poca población entienden que si finalmente les asignan el Registro Civil, los hunden.
Por
tanto todo depende de la cuadratura del círculo registral que tan claro tienen
los amigos de Rajoy, y que son los que gobiernan en la Dirección General de
Registros y del Notariado. Mientras el Ministerio de Justicia sigue negando por
activa y por pasiva que tenga ya tomada una decisión sobre si asigna la
llevanza del Registro Civil a los Secretarios Judiciales ( y por ende, al
personal de la Administración de Justicia) o a los Registradores Mercantiles, el
proyecto de demarcación de los Registros de la Propiedad y Mercantiles
elaborado por el Ministerio de Justicia, que contiene la agrupación de muchos
de dichos Registros, ya está en la mesa de los Registradores de la Propiedad y
Mercantiles desde finales del mes de mayo. De este proyecto, que todavía no se ha hecho
público, resulta si se insiste en atribuir la llevanza del Registro civil a los
Registradores de la Propiedad y Mercantiles. Por tanto, el Ministerio de
Justicia ya no podrá negar la realidad de sus proyectos ni seguir engañando a
la opinión pública sobre a quién atribuye el Registro civil.
Al final de todo este culebrón queda claro que por mucho que diga el Gobierno, con Rajoy, Saenz de Santamaría y Gallardón a su cabeza, en la atribución del Registro Civil NO prima el interés por el mantenimiento de un servicio público de calidad y gratuito, sino que en su más que posible atribución a los Registradores de la Propiedad y Mercantiles o a estos últimos en solitario priman intereses corporativos que nada tienen que ver con el servicio público. Desgraciadamente para todos los ciudadanos el Registro Civil ha caído en el punto de mira del todopoderoso colectivo de un grupo significativo de Registradores de la Propiedad y Mercantiles, con presencia en el Ministerio de Justicia, que lo han convertido en juguete y moneda de cambio de su lobby que nada tiene que ver con su consideración del servicio público que debería ser.
Al final de todo este culebrón queda claro que por mucho que diga el Gobierno, con Rajoy, Saenz de Santamaría y Gallardón a su cabeza, en la atribución del Registro Civil NO prima el interés por el mantenimiento de un servicio público de calidad y gratuito, sino que en su más que posible atribución a los Registradores de la Propiedad y Mercantiles o a estos últimos en solitario priman intereses corporativos que nada tienen que ver con el servicio público. Desgraciadamente para todos los ciudadanos el Registro Civil ha caído en el punto de mira del todopoderoso colectivo de un grupo significativo de Registradores de la Propiedad y Mercantiles, con presencia en el Ministerio de Justicia, que lo han convertido en juguete y moneda de cambio de su lobby que nada tiene que ver con su consideración del servicio público que debería ser.
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