El nuevo registro civil y el plan de grupo, por Alfonso Caballé

Alfonso Cavallé es decano del Colegio Notarial de las Islas Canarias, y apareció publicado en el periódico Cinco Días de 8 de abril de 2013 un artículo titulado "El nuevo Registro civil y el plan de Grupo", del que adjuntamos enlace así como un extracto. 

" Atribuir la llevanza del Registro Civil a los registradores de la propiedad y mercantiles ha sido el pretexto para llevar a cabo un plan de grupo que aleja aún más los registros españoles del resto del mundo. Además no olvidemos que hace menos de dos años ya se dictó la Ley 20/2011, de 21 de julio, con la previsión de que entrara en vigor en 2014, y cuyo objetivo era desjudicializar el Registro Civil, convertirlo en un registro electrónico y fijar la organización, dirección y funcionamiento bajo la idea de unidad y modernidad. No hay razones de interés general que justifiquen abortar la ley de 2011 antes de su entrada en vigor, especialmente cuando la contrarreforma supone un paso atrás en los propósitos de unicidad y modernidad prevenida por la citada ley. También se frustran definitivamente las previsiones de modernización de otras leyes más antiguas como la 24/2001 y la 24/2005, que ordenaban el acceso on line al Registro en tiempo real incrementando la eficacia y seguridad de la información.

La nueva ley no es beneficiosa para el ciudadano, cuyos datos más íntimos se exponen en un gran pay per view, retroalimentado por el cúmulo de consultas internas entre registros que se van a exigir en la nueva ley. Esta les atribuye todos los registros y, simultáneamente, crea a cada registrador la obligación de consultar los demás registros para cualquier cosa, cobrando. Sigue la estrategia del bombero pirómano, primero se crea artificialmente la demanda y luego el mismo que la crea, la atiende. Así, cuando un ciudadano presente un documento en un Registro, el registrador va a pedir información de todo tipo a los demás registros: domicilio, estado civil, poderes, seguros, testamentos y así con todos los datos personales. Por tanto, cada vez que un documento tenga que acceder a un Registro, además de pagar a este, habrá que abonar peaje a los demás registros consultados. La contrarreforma sólo responde a un proyecto gremial, que desnaturalizará al Registro civil, al tiempo que aprovecha para alterar el Registro de la Propiedad y Mercantil y todo el sistema registral español, que quedará en manos de unos funcionarios, apartados de la realidad, no sujetos a jerarquía, con una independencia tal que sólo responderían ante Dios y ante la Historia. Esta propuesta, más propia de un Estado totalitario, busca crear un nuevo poder libre de control...."

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